En específico, se contarían desde el primer minuto del año 99, de la nueva era, el avance de los Portal-es. Dado que las industrias de los clanes bancarios se proyectaban por más de 2 décadas, de la antigua regla temporal, ahora los planteamientos se estaban produciendo por el orden de los 100 años red. Haciendo que los nuevos esquemas tomaran forma vertiginosamente, sin poder esperar que los marcos reguladores y legales estuvieran en forma para aceptar el nuevo esquema.
El ente virtual contenía una de las más agresivas y potentes estrategias nunca antes conceptuada. Al observar que el mundo ya estaba dividido en dos y la Fractura condenaba a unos y enaltecía a otros, la máquina se erigió bajo el concepto “Bricks and Clicks”. La fastuosidad que se podía alcanzar al dominar sendas tecnologías en la virtualidad, indicaba que esa capacidad debía ser replicada en lo físico.
Claro estaba que las agresivas tendencias del lucro de la Empresa Financiera, hacían que las cosas se entrabaran y no encontraran buenos augurios. Las mentes más conservadoras concebían sus cálculos obedeciendo a estrictos parámetros económicos de la era pasada, y quienes estaban por mantener a la entidad bancaria potente en el avance de los consumidores, se aferraban a los procesamientos de datos que, constantemente, se producían en el boyante espacio virtual.
También se cernían sobre toda la orbe discrepancias varias con respecto a la evolución de los mercados. Las tecnologías de información y comunicación no daban tregua y las divisas en el mundo se reconfiguraban para entorpecer aún más el escenario. Se había llegado a una exacerbación de todos los que comprendían el liderazgo y las estrategias se habían atomizado para nublar el caminos de algunos.
La máquina no podía dejar de ser reinventada y conceptuada, dado que la legalidad era esgrimida sin contemplación por los adversarios. El emplazamiento físico quedó sindicado como uno de los factores más abiertos que se tendría conocimiento; todo ello para evitar elucubraciones y maquinaciones arteras de la competencia. Entonces se eligió un área nunca pensada para ello y con un acceso jamás pensado por mente económica alguna.
Fue entonces donde se llevó la batalla hacia el campo físico. Al no poder establecer criterios de ilegalidad –como ellos esperaban plantearlos- en los desarrollos virtuales, se procuró usar tantos elementos físicos en contra de las dependencias y quienes estaban incluidos en ella. Claro estaba que favorecía tremendamente la innovación que se había procurado para el ente virtual, dado que tenía que alcanzar valores nunca antes estimados, sus prácticas e instalaciones no correspondían con los parámetros que continuaban indicando lo establecido.
Al reconocer que todo estaba ya fraguado y los ataques no cesarían el diálogo se tornó estructurado y poco amable. Las interpelaciones de uno y otro lado se volvieron conspicuas desde una y otra área, el devenir de la Fractura se manifestaba sin parangón.
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